Los mosquitos: sea cual sea el tipo y la ubicación de las instalaciones (restaurantes, cafeterías, tiendas de alimentación, etc.), resulta inevitable la aparición en las mismas de cierto número de insectos indeseables que pueden llegar a constituir una plaga, sobre todo en el caso de las moscas y mosquitos.

La mosca doméstica es un peligro para la salud del hombre y de los animales simplemente por el hecho de que transporta y propaga microorganismos causantes de enfermedades, como bacterias y hongos. Los microorganismos patógenos son “recogidos” por las moscas en la basura, el alcantarillado y otras fuentes de suciedad.
Las moscas regurgitan y excretan en los lugares en los que se posan, por lo que son la herramienta perfecta para la transmisión de enfermedades. Las moscas domésticas son sospechosas de la transmisión de, al menos, 65 enfermedades únicamente en los seres humanos.

Asimismo, los mosquitos pueden llegar a ser un verdadero peligro, independientemente de las molestias que su picadura ocasiona: son los animales que más muertes ocasionan cada año, al ser estos insectos portadores de virus mortales para el hombre que transmiten con una simple picadura. Además, poco a poco se vuelven más resistentes a los biocidas, con lo que resulta cada vez más difícil acabar con los enjambres que transmiten las enfermedades.