El control biológico es un método de control de plagas, enfermedades y malezas que consiste en utilizar organismos vivos con objeto de controlar las poblaciones de otro organismo. Es un método agrícola de control de plagas (insectos, acaros, malezas, enfermedades de las plantas, etc.) que usa depredadores, parásitos, herbívoros u otros medios naturales.

El concepto de control biológico hay que diferenciarlo del control natural, que es el control que sucede en las poblaciones de organismos sin intervención del hombre y que incluye además de enemigos naturales la acción de los factores abioticos del medio. Por ello hay que entender el control biológico como un método artificial de control que presenta limitaciones especialmente en cuanto al conocimiento de los organismos afectados, lo que trae consigo una serie de ventajas e inconvenientes en su aplicación.
Caben distinguir tres estrategias básicas de aplicación del control biológico: importación e incremento, como resultado de la intervención directa del hombre y conservación como resultado de acciones indirectas.

Importacion: la estrategia de importación de agentes de control biológico ha sido la más frecuentemente utilizada contra plagas introducidas en nuevas áreas y establecidas de forma permanente sin un complejo de enemigos naturales asociado; habiéndose introducido tanto invertebrados como vertebrados, así como también microorganismos en áreas agrícolas, naturales y urbanas. Por ejemplo: la larva de la mariquita se introduce al campo para eliminar plagas devoradoras de plantaciones y de esa forma cuidar el cultivo.

Incremento: consiste en aumentar artificialmente la población de enemigos naturales con objeto de producir una mayor tasa de ataque y con ello una disminución de la población del agente productor de daños; esta estrategia tiende a ser utilizada en situaciones donde el control natural está ausente o se encuentra a niveles demasiado bajos para ser efectivos.
Conservacion: su aplicación se lleva a cabo a través del manejo de las interacciones del agroecosistema para potenciar la eficacia de los enemigos naturales autóctonos y de esta forma prevenir el ataque a niveles de daño económico de los agentes perjudiciales a las plantas cultivadas.

Los Beneficios de el Control Biologico de Plagas a diferencia del simple Control de Plagas donde se usan agroquimicos o plaguicidas convencionales derivados del petroleo, es: ofrecer independencia y sostenibilidad a los cultivadores sin la necesidad de contaminar aguas subterraneas, ni perjudicar suelos o cultivos estructuralmente.